En un mundo donde las ciudades crecen en tamaño y número a pasos agigantados, los retos para los desarrolladores urbanos, arquitectos y urbanistas crecen y exigen más que creatividad: requieren una visión y planificación estratégica. Un master plan no es sólo un diseño de calles y edificios, es un instrumento de planificación urbana que define cómo vivirán las personas, cómo se moverán y cuidarán el entorno.
¿Qué es un enfoque integral en un Master Plan?
En las ciudades modernas abundan los ejemplos de desarrollos urbanos que parecen olvidar un aspecto esencial en el diseño de vivienda: las personas. Desde complejos residenciales que carecen de espacios públicos hasta zonas urbanas mal conectadas, es más que evidente que han sido diseñadas desde un enfoque fragmentado. Quizá desde la estética, quizá desde la funcionalidad, priorizando la eficiencia económica sobre la calidad de vida.
¿Cómo se ve un desarrollo de vivienda con un diseño deficiente?
Barrios o colonias que carecen de áreas verdes o zonas recreativas.
Comunidades donde la movilidad depende exclusivamente del automóvil, generando tráfico y contaminación.
Proyectos que ignoran las necesidades de accesibilidad universal, dejando a ciertos sectores de la población en desventaja.
Estas son algunas de las situaciones que subrayan la importancia de ir más allá de los números y métricas financieras. Para crear un buen diseño de masterplan necesitamos ponernos en los zapatos del cliente, pensar en un ecosistema interconectado donde cada elemento cumple un propósito: mejorar la calidad de vida de sus residentes.
De Proyectos Aislados a Ecosistemas Urbanos
Un enfoque integral en el diseño de masterplan implica considerar todas las dimensiones que hace que una ciudad funcione:
Movilidad
Conectividad
Urban Planning
Energía
Comunicación
Diseño
Calidad de Vida
De modo que no solo respondamos a las necesidades actuales si no anticiparse a las problemáticas y necesidades que existan en el futuro, diseñando espacios sostenibles, funcionales y humanos.
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